viernes, 4 de octubre de 2013

Capitulo 24

Jose Luis  se dio cuenta de que iba a besarlo. No. No iba a hacerlo.

Hanna  echó la cabeza hacia atrás y giró bruscamente a la izquierda, a punto de chocar con la pared antes de dirigirse a la cocina.

Se ocupó con el café, evitando su mirada, aunque sin lograr ocultar el acaloramiento de sus mejillas. Había querido besarlo, pero se arrepintió, cambió de parecer en mitad del recorrido.

Jose Luis necesitaba pensarlo. Sin esperar el café, se fue al gran sofá de color negro que dominaba en la sala y se sentó en el rincón de la derecha. Extendió la sección de chistes, aunque no lo leyó. Simplemente los miró, dejando que las letras bailaran bajo sus ojos.

Hanna  había intentado besarlo, a pesar de que el impulso sólo había durado un segundo. Eso fue después de que Jose Luis dijera que olvidaran lo del sexo. Después de que Hanna mostrara su acuerdo. Era evidente que albergaba las mismas dudas que Jose Luis. ¿Hacerlo o no hacerlo? Ciertamente, esa era la cuestión.

— Hmm, ¿quieres un pan o algo?— preguntó Hanna  todavía detrás de la seguridad de la pared que separaba la sala de la cocina.

— ¿Qué vas a tomar tu?— inquirió Jose luis sin mirarla. No quería que supiera lo confuso que se hallaba.

— Cereal.

— Eso no es un pan.

— Lo sé. No tengo pan .

— Paso— rió.

— De acuerdo. Además, también me he quedado sin leche.
JL  sacudió la cabeza. Realmente ocupaba un puesto muy alto en su escala de hombre adorable, lo cual era uno de los motivos por los que creía que acostarse con Hanna sería estupendo. Sabía que sería divertido. Bueno, no en todo momento, pero cuando resultara apropiado, lo haría reír. Había pocas cosas que le gustaran más que reír en la cama. Por algún motivo, eso siempre lo ponía increíblemente lujurioso, al menos cuando tenía a una mujer desnuda a su lado.
— Toma— dijo Hanna.

Se sobresaltó. No la había oído entrar en la sala. Se hallaba junto a el, con una taza de café en la mano.

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