viernes, 4 de octubre de 2013

Capitulo 26

A Hanna le gustaba de esa manera. Era una mujer que se sentía cómoda con los rituales y los hábitos. Todos los días se despertaba a la misma hora. Cada noche se iba a la cama después de ver su programa favorito. Leía las revistas  de la misma manera todas las mañanas, respondía sus twitts y luego se centraba en el trabajo.

El camarero le llenó la taza de café y Hanna se relajó por primera vez aquella mañana. Volvía a sentirse segura. Entre Raul y su hermana. Inmerso en su mundo familiar. Todo ese asunto de acostarse con Jose Luis quedaba en espera, al menos durante la siguiente hora y media.

— Y bien. Dijo Raul, rompiendo un trozo del pan que ya tenía en el plato—, ¿Entonces ya se acostaron?

Poco había durado la seguridad.

— No, no lo hemos hecho— Jose Luis miró con expresión severa—. Y ustedes ya pueden dejar de preguntar. No es algo que vaya a suceder de la noche a la mañana.

— Yo pensaba que no iba a suceder— aunque a Hanna  no le sorprendía que JL  hubiera vuelto a cambiar de parecer.

— Oh, eso— Jose Luis agitó la mano en el aire—. Olvídalo. Me asusté durante unos momentos, nada más.

— Yo sigo asustada.

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