sábado, 26 de octubre de 2013

Capitulo 35

— ¿Puedes creerlo? Vamos a hacerlo.

— Sí— corroboró. Dejó la botella de jugo en la mesita y se reclinó en el sillón. Pudo ver que aún seguía un poco excitada. Con un poco de concentración podía llegar a excitarse mucho—. Debo colgar.

— No hemos terminado.

— Sí que hemos terminado.

— Pero...

— Buenas noches, Jose Luis. Hablaremos por la mañana.

— Ven a almorzar conmigo.

— De acuerdo. Ahora buenas noches.

— ¿Hanna?

— ¿Qué?

— Mi pelo es negro.

— ¿Qué?

— Piensa en ello— soltó otra risita—. Buenas noches.

Después de colgar se quedó con la vista clavada en el teléfono. Entonces lo comprendió.  Oh, maldición


No hay comentarios:

Publicar un comentario