domingo, 5 de enero de 2014

Capitulo 77


—Podemos esperar. No será fácil, pero puedo ser paciente.

Hanna sonrió, disfrutando de los besos etéreos sobre los párpados, la frente, otra vez los labios. Cuando le acarició la espalda, pegándola a su cuerpo duro, supo que era inútil. Era una esclava de su deseo.

Le tocó los labios con la lengua y allí concluyó el debate. Jose Luis la alzó y la transportó a la cama. La depositó con ternura y luego se tumbó junto a ella.

Hanna suspiró, entregándose al momento. Luego tendría tiempo para preocuparse.

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