—¿Y bien?
—Si no empiezas a hablar pronto, habrá derramamiento de sangre.
Hanna miró a Ashley, Carolina & a Gloria , sentadas frente a ella a una mesa en Veselka, su restaurante ucraniano favorito. Acababan de servirles pirogi, acompañado de cebollas salteadas y tiras de remolacha. De repente había perdido el apetito.
—Fue agradable —dijo en voz baja para que otros no pudieran oírla, aun cuando los lunes por la noche no se llenaba mucho.
—¿Agradable? —Gloria la miró con los ojos encendidos—. ¿Agradable? ¿Es lo único que vas a decir?
Hanna se mostraba tan sorprendida como sus amigas por
su gran interés a hablar del fin de semana. Desde la universidad lo habían
compartido todo: lo bueno, lo malo y lo feo. Entonces, ¿por qué no les hablaba
de Jose Luis? Eran sus mejores amigas y su hermana. Sin duda podrían ayudarla
con su confusión y sus dudas. Conocían a Jose Luis casi tan bien como ella, de
modo que sus comentarios resultarían de especial utilidad. —Si no empiezas a hablar pronto, habrá derramamiento de sangre.
Hanna miró a Ashley, Carolina & a Gloria , sentadas frente a ella a una mesa en Veselka, su restaurante ucraniano favorito. Acababan de servirles pirogi, acompañado de cebollas salteadas y tiras de remolacha. De repente había perdido el apetito.
—Fue agradable —dijo en voz baja para que otros no pudieran oírla, aun cuando los lunes por la noche no se llenaba mucho.
—¿Agradable? —Gloria la miró con los ojos encendidos—. ¿Agradable? ¿Es lo único que vas a decir?
Maldición, todo era tan confuso. No bastaba con que se hubiera vuelto una sentimental con Jose Luis, ya ni siquiera podía hablar con Ashley, Carolina & a Gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario