viernes, 28 de marzo de 2014

Capitulo 131




—No quiero rendirme —musitó al fin.

—No tienes por qué hacerlo.

—Pero no puedo seguir durmiendo con ella. Eso solo empeoraría las cosas, ¿no?

—Jose Luis, ¿por qué no se lo preguntas a ella?

—¿Preguntárselo a ella? —estuvo a punto de soltar el vaso, pero se recuperó de inmediato—. ¿Esto?

—Te conoce mejor que nadie.

—Sí, pero...

—Confía en ella. Por encima de todo, es tu amiga.


Dejó el vaso en la mesita y luego apoyó los codos en las rodillas. Pensó en hablar con Hanna de eso. La conversación podía ser un campo de minas. Un paso en falso, y boom, su más querida amiga podía saltar por los aires.

Alzó la vista y sorprendió a Gloria sin sus barreras; el dolor y la tristeza eran tan obvios en su cara que le encogió el corazón. Pero al instante eso se desvaneció y ella volvió a ser la mujer ecuánime y serena de siempre. Pero él había visto la verdad. El tipo de dolor que solo provoca el haber perdido a alguien amado.

El pánico hizo que se levantara.

—Gracias. Dejaré que vuelvas a tu vida normal.



—Fantástico —manifestó ella—. Otra noche de televisión. Hurra.

Se acercó a ella y se inclinó para besarle la mejilla. Luego tomó su mano libre entre las suyas y se la llevó a los labios.

—Cuídate, ¿de acuerdo?

—Siempre lo hago –asintió.

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