viernes, 28 de marzo de 2014

Capitulo 136


Hanna sonrió. En todos los años desde que lo conocía, jamás lo había visto de esa manera.

Nadie había sido «la elegida», ni siquiera Roxana.

—No lo esperaba —continuó él, poniéndose de pie, lleno de energía contenida—. Ya en la universidad me había gustado, aunque eso no bastó para pararlo todo.

—Entonces, ¿qué ha cambiado? —preguntó Hanna.

—Todo. Ella, yo. Lo único que sé con seguridad es que esto es de verdad. Nunca he sentido algo parecido. Estoy corno sosegado, ¿sabes? Como si hubiera vuelto a casa.

—A mí no me pareces sosegado.

—Porque lo he comprendido hoy. Hace unas dos horas, para ser preciso. Me lo he pasado en grande y he querido estar con ella en todo momento. Hablamos y hablamos, y es una chica normal, salvo que no es nada corriente. Le encantan sus computadoras, pero no hasta el extremo del fanatismo. Es pasión —apoyó las manos en el respaldo del sofá—. Pero lo milagroso es lo que siento yo cuando me encuentro con ella.

—Cuéntame.

Titubeó unos segundos, como si buscara las palabras adecuadas.

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