jueves, 10 de abril de 2014
Capitulo 144
Jose Luis volvió a llamar. Hanna se obligó, a moverse y a esbozar una sonrisa agradable y sosegada. Luego abrió la puerta.
Maldición. Jose Luis lucía exactamente la misma sonrisa. Iba a contarle algo terrible. Lo sabía. Como que había conocido a alguien en ******* y que le gustaría que Hanna asistiera a su boda. Tenía que ser eso. ¿No lo era siempre?
—¿Puedo pasar? —preguntó.
Ella se hizo a un lado y asintió . Él se detuvo un instante para darle un beso leve en la mejilla.
Hanna pensó que había sido una idiota. ¿Cómo podría haber creído, incluso durante un instante, que podía dejarlo sin desmoronarse, que sería estoica, valiente y madura, cuando lo único que sentía por él era una necesidad tan fuerte que era capaz de hacer que Manhattan se deslizara al mar. Y encima él la saludaba con un beso amistoso.
—¡Feliz cumpleaños!
Hanna cerró la puerta con tanta fuerza que ambos se sobresaltaron.
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