martes, 15 de abril de 2014
Capitulo 149
Pero él captó la emoción ahogada, la vio parpadear varias veces antes de moverse en el sofá y recubrirse con su dignidad.
¿Qué había hecho? ¡Por qué no lo había visto? Había herido a la persona que más quería en el mundo. Se maldijo por su propia estupidez y entonces se le ocurrió otro pensamiento. ¿Y si había querido que ella pensara que se trataba de un anillo? ¿Y si había deseado esa reacción como prueba de que si le pedía que fuera su esposa aceptaría?
La idea lo cegó un instante y le dificultó pensar. Santo cielo, qué expresión había puesto Hanna al abrir el estuche, temblorosa por la anticipación. Ella quería que fuera un anillo. Quería que estuvieran juntos para siempre, y como el golpe producido por una tonelada de ladrillos supo que la amaba y que deseaba, estar a su lado el resto de su vida. Hanna era la llave, Había abierto la puerta de acceso a la tienda de dulces y lo invitaba a pasar. Así de sencillo.
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